Cada día son más las organizaciones que muestran interés en asegurar o controlar la calidad del producto software, y aunque cada una de ellas tiene características que las diferencian del resto, de manera global se pueden clasificar en alguna de las siguientes categorías:
- Organismos de las Administraciones Públicas, que tanto a nivel estatal como autonómico o local, cada día externalizan más el desarrollo de software a otras empresas o factorías de software, y que necesitan disponer de un control de calidad que les permita verificar que el software que reciben cumple los requisitos mínimos de calidad exigidos y además poder de esta manera gestionar de forma adecuada los acuerdos de nivel de servicio pactados con los proveedores.
- Empresas de software que externalizan, ya sea bajo el método del nearshoring o bajo el método del offshoring, parte de sus procesos de desarrollo de software, y que deben controlar también de forma continua la calidad del software que reciben.
- Factorías y empresas desarrolladoras de software que están interesadas en disponer de un mecanismo que les permita asegurar la calidad del software que fabrican.
- Factorías y empresas desarrolladoras de software que están interesadas en asegurar a sus clientes, mediante una verificación y validación independientes, la calidad de los productos que les están entregando.