Esta característica representa la capacidad del producto, en condiciones definidas, de evitar un estado en el que se ponga en peligro la vida humana, la salud, la propiedad o el medio ambiente. Esta característica se subdivide a su vez en las siguientes subcaracterísticas:
- Restricción operativa. Capacidad de un producto para limitar su funcionamiento a unos parámetros o estados seguros cuando se enfrenta a un peligro operativo.
- Identificación de riesgos. Capacidad de un producto para identificar situaciones u operaciones que pueden exponer la vida, la propiedad o el medio ambiente a un riesgo inaceptable.
- Protección ante fallos. Capacidad de un producto para ponerse automáticamente en un modo de funcionamiento seguro o para volver a una condición segura en caso de fallo.
- Advertencia de peligro. Capacidad de un producto para alertar de riesgos inaceptables, de modo que puedan reaccionar con tiempo suficiente para mantener la seguridad de las operaciones.
- Integración segura. Capacidad de un producto para mantener la seguridad durante y después de la integración con uno o varios componentes.